CAPÍTULO
17 “Santander: ¡Allá vamos!”
Pipipipi, pipipipi, pipip…
<<Maldito despertador…>> Pensó Claudia nada más despertarse.
No le hacía mucha gracia levantarse a las cinco y media de la mañana para coger
un tren, pero todo por Santander. Fue al baño y se dio una ducha rápida. Al
salir, se secó y se vistió. Vaqueros cortos, una camiseta de manga corta de
“Paul Frank” color negra y sus “All Stars” negras también. Se peinó, se cepilló
los dientes y se puso a esperar. Había tardado menos de lo que pensaba, pues Laura
le pasaría a recoger sobre las seis y no eran sino las seis menos cuarto, así
que puso la tele hasta que vinieran a recogerla.
Mientras, en casa de Laura…
-Laura, cariño. Despierta- Laura
bosteza y se frota los ojos
-Ya
voy mamá- Se queda cinco minutos en la cama, hasta que decide por fin
levantarse.
Le da una pereza impresionante ir
hasta el baño y ducharse, pero irse a Santander con su mejor amiga, lo
compensaba todo. Se levantó, aún algo dormida, pero se levantó y se fue a la
ducha. Pasados casi diez minutos salió, y se puso una camiseta de manga corta
de “Chupa Chups”. Unos vaqueros cortos y sus “Converse”. Se aseó un poco, les
dio los buenos días a sus padres, y esperó a que éstos terminaran.
Mientras esperaba, cogió su móvil.
Tenía un Whatsapp de Claudia:
Claudia:
Holaa feaL ¿cuándo vienes?
Laura: ¡Holaa! Pues cuando mis padres
estén listos
Claudia: Ok :) estoy nerviosa
Laura:
Y yoo espera que me hablan
Claudia: Ok
En
ese instante, le llegó un Whatsapp de Enrique, el primero desde que cortaron:
Enrique:
Hola, mira no se porque te digo esto la verdad, pero en todo este mes casi no
me voy a conectar, porque me voy de vacaciones hoy mismo, espero no despertarte
Laura: Hola, pues yo también me voy hoy de
vacaciones. ¿A dónde vas tú?
Enrique: A
Santander, ¿tú?
Laura: ¡Igual! A los apartamentos de la playa
Enrique:
Pues a lo mejor nos vemos, yo en los de la playa también mi tren sale a las
6:30
Laura: Entonces nos veremos en tren y en
Santander
En
ese momento, volvió a la conversación con Claudia:
Laura: ¡Tiaa!
Que Enrique va en el mismo tren y se va a Santander y se queda en los mismos
apartamentos
Claudia:
Que fuerte…
Laura:
Yaa…
-¡Laura! Ya estamos listos. En cinco
minutos estamos en casa de Claudia. -¡Vale mamá! Se lo voy a decir a Claudia
Laura:
En 5 min estamos en tu casa
Claudia: Ok te espero fuera
*Ding-dong*
Al oír la puerta, Claudia fue a
abrirla. Le dio dos besos a Laura
-Espera
voy a despedirme de mis padres.
-De
acuerdo. Voy subiendo tus maletas al coche.
-Ya
estoy.
Por el camino, solo se oían risas en
la parte trasera del taxi. Las dos estaban nerviosas por el viaje, y algo
preocupadas por Enrique, aunque no dejarían que eso les arruinase las
vacaciones.
Una vez en la estación, se encuentran
a Enrique. Laura intenta que no le vea, pero no tiene tanta suerte
-¡Hola
Laura!- dice Enrique entusiasmado
-¡Ah!
Hola- dice Laura por cortesía
-¿Qué
tal?
-Bien,
aquí esperando al tren ¿y tú?- a Enrique no le dio tiempo a responder, ya que,
por suerte para Laura, en ese instante llegó el tren. Laura buscó un sitio
rodeado de gente, para que Enrique no se sentara por allí cerca, pero a esas
horas, el tren estaba casi vacío, así que Enrique se sentó justo al lado con un
par de amigos
-Creo
que no os conocéis. Estos son Daniel y Matías. Chicos, éstas son Laura y Claudia
-Encantada-
dijo Claudia
-Hola-
dijo Laura sin mucho ánimo. Daniel era del tamaño de Laura, pelo castaño y piel
morena, y sus ojos marrones, de cuerpo andaba bastante bien. Matías, era algo
más alto que Claudia, rubio, ojos azules y muy buen cuerpo. Los dos eran bastante
guapos, pero para ninguna de las chicas, nadie podía superar a Sergio y Lucas.
Todos estaban cansados, así que los cinco, sin poder evitarlo, se durmieron.
-¡Laura! ¡Claudia! Despertad. Ya
vamos a llegar
-Vale.
Gracias mamá- dijo Laura con los ojos aun cerrados
-¡Chicos
despertad!- le dijo Claudia a Enrique y sus amigos. Estaban en un sueño tan
profundo que ni se inmutaron
-Tengo
una botella de agua…- dijo Laura con una sonrisa malvada
-No
serás capaz… ¿verdad?
-¿Quieres
ponerme a prueba?
-Sí,
la verdad es que sí- dijo Claudia con la misma sonrisa malvada. Laura cogió su
botella de agua de su mochila, la abrió, y se la tiró a los chicos por encima
-¡Ah!
¿Pero tu piensas?- dijo Matías algo enfadado, aunque con una sonrisa en la cara
-Jajaja.
¡Pero si hace calor! Así estáis más fresquitos- dijo Laura sin parar de reír
-¿Así
que hace calor eh?
-Sí-
respondió Claudia
-¡Pues
os vais a enterar!- dijo Daniel mientras sacaba una botella de agua de su
mochila
-¡No
te atre…!- dijo Laura casi gritando. Llegó tarde, antes de que pudiera acabar
la frase, ella y Claudia ye estaban empapadas
-Así
estáis más fresquitas- dijo Enrique riéndose con sus amigos.
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