CAPÍTULO
18 “Planes y complicaciones”
-Que bonito es esto- dijo Claudia al
salir de la estación
-La
verdad es que si- respondió Laura mirando a Claudia
-Bueno
chicos, nosotras nos vamos a la habitación- dijo Claudia
-Os
acompañamos. ¿Qué habitación tenéis?- dijo Daniel
-La
158. ¿Vosotros?
-La
159- dijo Enrique
-Pues
vamos ¿no?- dijo Laura. En el pasillo solo se oían risas de los chicos, esas
risas que no sabes de qué te ríes, pero te ríes.
Cuando llegaron a la habitación,
Matías dijo: -Chicas. ¿Os apetece quedar en la playa esta tarde?
-Mmm…-
las dos chicas se miraron y asintieron
-A
las cinco y media nos pasamos por vuestra habitación a ver si estáis listas- dijo
Daniel
-Vale,
allí nos vemos- respondió Claudia. Los chicos se fueron a su habitación, y las
chicas a la suya
-¿Has
visto que guapos los amigos de Enrique?- dijo Claudia nada más cerrar la puerta
-Como
para no fijarse- dijo Laura sonriendo
-Sí,
¡y ésta tarde nos vamos a la playa con ellos!- las dos chicas se pusieron a
saltar en la cama de lo contentas que estaban, hasta que Claudia dijo: -¡Tía!
¿Qué estamos haciendo? Tenemos a Lucas y a Sergio, que son perfectos. No
podemos fijarnos en el primero que pase.
-Tienes razón, solo amigos.
Mientras, en la habitación de los
chicos…
-Tío,
¿Por qué no nos habías dicho que tenías unas amigas tan guapas?- dijo Matías
mordiéndose el labio.
-Pues
porque Laura es mi ex y no me apetece hablar de eso, y porque casi no conozco a
Claudia.
-Y…
¿Tienen novio?- dijo Daniel interesado.
-Supongo-
dijo Enrique algo entristecido.
________________________________________________________
Tan solo eran las nueve de la mañana,
así que decidieron tomarse el bocadillo que tenían, luego deshacer las maletas
y dar un pequeño paseo.
Al terminar el bocadillo y colocar
su ropa en el armario, salieron a dar una vuelta hasta la hora de comer. Se
reían de todo, incluso se rieron de una mosca. En ese instante, a Laura le sonó
el móvil
-¿Diga?-
dijo Laura aun riendo con Claudia
-¿Pensáis
comer algún día?- dijo la madre de Laura
-Ups…
Se nos había olvidado ¿Qué hora es?
-Casi
las tres
-Bueno,
pues nosotras nos vamos a algún restaurante.
-Está
bien, tened cuidado.
-Siempre
lo tenemos- Laura colgó el teléfono
-¿Tienes
hambre?- preguntó Laura mirando a Claudia
-Un
poco ¿Y tú?
-Un
poco también. Vamos a buscar un restaurante por aquí cerca.
Las
chicas caminaron cinco minutos, hasta que decidieron entrar en un restaurante
llamado “La posada del Mar”
-Buenas
tardes. Aquí tienen la carta- dijo el camarero. Era alto, pelo negro, ojos
marrones y piel morena, de unos veinte años, bastante guapo
-Gracias-
dijo Laura -Paso de mirar. Pido una pizza y listo- añadió Laura cuando se fue
el camarero
-A
mi me apetece pizza también, pero una entera no me como
-Ni
yo, ¿pedimos una para las dos?
-Vale
¿Margarita?
-Vale.
¡Camarero!
-Díganme
-A
ver, una pizza Margarita para compartir, y de beber, yo una Coca-Cola- dijo Claudia
-Yo
una Fanta por favor.
-En
seguida se los traigo señoritas
Retiró
las cartas y se fue a la cocina
-¿Has
visto qué guapo?- dijo Claudia guiñándole un ojo a Laura.
-¡Sí!
Pero ¿Qué dijimos en la habitación?
-Que
no nos podemos fijar en el primero que pase- respondió Claudia con tristeza.
El
camarero les trajo las bebidas, y se volvió a ir. Las chicas siguieron
hablando. Tras diez minutos, el camarero trajo la pizza
-Buen
provecho señoritas- ambas sonrieron, y empezaron a comer.
Al
terminar, pidieron la cuenta, pero a otro camarero
-¡Jake!
La cuenta de la mesa seis- al momento, el camarero del principio, les trajo la
cuenta. Cuando fue a recogerla, las chicas se levantaron,
-Adiós
Jake- dijo Laura con una sonrisita
-Adiós…-
dijo Jake algo extrañado.
Las dos chicas decidieron dar un
paseo, hasta las cinco, ya que habían quedado con los chicos a las cinco y
media.
-Son casi las cinco ¿Nos vamos ya a
los apartamentos a prepararnos?- dijo Claudia.
-Emm…sí,
claro, vamos- dijo Laura sobresaltada.
-¿Te
pasa algo?- preguntó Claudia extrañada.
-No…
Sólo estaba pensando.
-¿En
qué?
-En
nada.
-Dime.
-En
Jake- dijo Laura agachando la cabeza avergonzada
-Pero
como amigo… ¿verdad?
-No
lo sé- dijo Laura confundida, no dijeron nada más durante el camino. Por fin
llegaron a los apartamentos. Claudia se fue al baño para ponerse su bikini, y Laura
en la habitación. Claudia se puso un bikini liso de color rosa, y un corazón
negro en la parte de abajo; unos pantalones vaqueros cortos, una camiseta
blanca con manchas de colores, y unas cholas negras. Mientras, Laura, en la
habitación, se puso su bikini negro, con una flor amarilla en la parte de
abajo; unos vaqueros cortos, una camiseta gris de hombro caído y sus cholas
blancas. Las dos prepararon sus mochilas: Crema solar, una toalla, un peine, la
cámara de fotos, el móvil y unos auriculares.
En ese instante, alguien tocó la puerta
*Toc,
toc*
Laura
la abrió
-¿Estáis listas?- preguntó Enrique
-Desde
hace siglos- contestó Claudia.
Bajaron en el ascensor en un silencio
profundo. Caminaron a hasta la playa y allí, Matías rompió el silencio.
-Bueno...
¿Nos bañamos?
-Sí...
¡Claro!- respondió Enrique. Los demás simplemente asintieron. Se quitaron la
ropa, y los chicos se miraron entre si. Tuvieron la misma idea. -Chicos... ¡A la de 1, 2 y 3...!- gritó
Daniel. A Laura la cogió en brazos Enrique. Y a Claudia, Matías. Todos se
fueron corriendo al agua mientras las chicas gritaban: -¡Soltadnos!
Pero
los gritos eran en vano, finalmente, los chicos las soltaron, pero no como
ellas esperaban. Las lanzaron a las dos al mar. Las chicas no se quedaron de
brazos cruzados, se subieron a la espalda de los chicos que le habían tirado, y
al cabo de unos minutos estaban todos nadando en el mar. Rieron, escucharon
música, jugaron…hasta que se hizo tarde
-Bueno...
nosotras nos tenemos que ir- dijo Laura
-Si,
es verdad, los padres de Laura estarán preocupados- confirmó Claudia -Os
acompañamos- dijo Daniel
-Ok-
respondieron a coro las chicas.
-Nos
lo hemos pasado muy bien- se despidió Matías -Tenemos que repetir- añadió
-Por
supuesto- dijeron todos
-Bueno...adiós-
dijo Claudia.
-Adiós
-dijeron los chicos
Laura
y Claudia entraron a la habitación, se cambiaron y se pusieron cómodas. Eran
las 21:30. Era temprano así que decidieron no ponerse el pijama por si después
les apetecía salir a dar un paseo, o tenían que recoger algo en recepción.
Una hora después a las chicas les
entró hambre
-Laura...-
dijo Claudia
-¿Qué?-
preguntó
-Que...
tengo hambre...- contestó Claudia un poco sonrojada
-Jajaja,
no te pongas así, que yo también- dijo entre risas Laura
-¡No
te rías de mí!- le gritó riendo Claudia
-¡Pero
si te estás riendo tu sola!- dijo Laura aguantando la risa
-Me
da igual- contestó como una niña pequeña la otra chica
-Bueno,
¿bajamos o qué?- preguntó Laura
-Pues
claro- contestó Claudia.
Se
pusieron unas cholas y Claudia cogió una chaqueta, ya que a esas horas de la
noche, en el hotel hacía un poco de frío.
-¿No
coges una?- dijo Claudia señalando su rebeca.
-Estamos
en verano, no hace falta.
-Está
bien, tú sabrás.
Bajaron
a recepción y preguntaron dónde estaba el restaurante que pertenecía al hotel.
Una vez informadas, se dirigieron hacia él.
-¿A
ti te ha llamado Sergio?- preguntó Laura en el camino
-No,
¿Y a ti Lucas?- contestó Claudia
-No-
respondió Laura
-No
nos pongamos histéricas. Además, no hemos pensado mucho en ellos. Tú ocupada
con Jake, y yo...- en cuanto Claudia se dio cuenta de lo que decía se calló.
-¿Y
tu qué?- preguntó Laura con una sonrisilla pícara
-Y
yo… con Matías…- continuó Claudia sonrojada -Pero no estoy diciendo que me
gusta. Igual que a ti no te gusta Jake, porque tenemos a dos chicos estupendos
a nuestros pies. No hay que fijarse en otros. Son solamente amigos- añadió esta
última.
-Tienes
razón. Es más, ahora mismo voy a llamar a Lucas- dijo Laura con una sonrisa
-Exacto.
Y yo a Sergio- respondió Claudia satisfecha.
Las chicas cogieron sus teléfonos
móviles y llamaron a sus respectivos novios.
*Conversación
de Sergio y Claudia*
Claudia:
Hola cariño
Sergio:
¡Hola amor! Ya me estaba preocupando de que hubiera muchos chicos guapos por
allí.
C:
No te equivoques, no soy de esas, el único eres tú - dijo Claudia aguantando
una sonrisa al otro lado del teléfono.
S:
Te digo lo mismo. Por cierto ¿Cuando volvéis?
C:
Cariño... solo a pasado un día... nos quedan 29. Recuerda que estamos a 30 de
junio y que volvemos el 29 de julio.
S:
Joo te echo de menos
C:
Y yo. Bueno me tengo que ir que se nos cierra el restaurante para cenar. Adiós.
Besos.
S:
Adiós. Te quiero. Dale saludos de mi parte a Laura.
C:
Y yo. Por supuesto.
Colgaron
la llamada.
*Conversación
de Lucas y Laura*
Lucas:
¡Hola mi vida!
Laura:
Holaa
Lu:
¿Qué tal? ¿Os lo estáis pasando bien?
La:
¡Si! Hoy fuimos a la playa.
Lu:
Me alegro cariño. Te echo de menos.
La:
Y yo.
Lu:
Jajajaja
La:
¿De qué te ríes?
Lu:
Me estoy imaginando a ti en la playa con montones de chicos guapos alrededor y
tú librándote de ellos porque tienes un chico perfecto.
La:
Claro que lo tengo.
Lu:
¿Quién?
La:
¡Tú! ¿Quién si no?
Lu:
No se... ¡a lo mejor hay un Juan! ¡O un Jake como mi tío!
La:
Si... o un Jake... jajaja. Eres único. Oye me tengo que ir que cierran el
restaurante. Además Claudia ya terminó de hablar con Sergio.
Lu:
Lo sé. Estoy con él.
La:
Ah… pues dale saludos. Bueno adiós. Te quiero.
Lu:
Y yo.
Los
chicos colgaron.
-Bueno
¿Qué tal Lucas?- preguntó Claudia.
-Muy
bien, me echa de menos- dijo Laura orgullosa -¿Y Sergio?- añadió
-Igual.
Te manda recuerdos- respondió Claudia.
Las
dos rieron.
-No
nos los merecemos- dijo de repente Laura
-Lo
se...- respondió Claudia triste
-¿¡Pero
tu sabes lo que me ha dicho!?- le preguntó aguantando las lágrimas. -No...
Pero supongo que lo mismo que a mi... - respondió Claudia.
-Me
ha dicho que a lo mejor había un Juan o un ¡Jake! ¿Te lo puedes creer? ¡JAKE!-
gritó Laura llorando.
En
ese momento todo el mundo en la calle las miró. Y Laura se sentó en un banco.
De repente alguien se acercó a las dos chicas. No se lo podían creer, era él, era
Jake.
No hay comentarios:
Publicar un comentario