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sábado, 16 de marzo de 2013

~Capítulo 18


CAPÍTULO 18 “Planes y complicaciones”
          -Que bonito es esto- dijo Claudia al salir de la estación
-La verdad es que si- respondió Laura mirando a Claudia
-Bueno chicos, nosotras nos vamos a la habitación- dijo Claudia
-Os acompañamos. ¿Qué habitación tenéis?- dijo Daniel
-La 158. ¿Vosotros?
-La 159- dijo Enrique
-Pues vamos ¿no?- dijo Laura. En el pasillo solo se oían risas de los chicos, esas risas que no sabes de qué te ríes, pero te ríes.
          Cuando llegaron a la habitación, Matías dijo: -Chicas. ¿Os apetece quedar en la playa esta tarde?
-Mmm…- las dos chicas se miraron y asintieron
-A las cinco y media nos pasamos por vuestra habitación a ver si estáis listas- dijo Daniel
-Vale, allí nos vemos- respondió Claudia. Los chicos se fueron a su habitación, y las chicas a la suya
-¿Has visto que guapos los amigos de Enrique?- dijo Claudia nada más cerrar la puerta
-Como para no fijarse- dijo Laura sonriendo
-Sí, ¡y ésta tarde nos vamos a la playa con ellos!- las dos chicas se pusieron a saltar en la cama de lo contentas que estaban, hasta que Claudia dijo: -¡Tía! ¿Qué estamos haciendo? Tenemos a Lucas y a Sergio, que son perfectos. No podemos fijarnos en el primero que pase.
-Tienes razón, solo amigos.
          Mientras, en la habitación de los chicos…
-Tío, ¿Por qué no nos habías dicho que tenías unas amigas tan guapas?- dijo Matías mordiéndose el labio.
-Pues porque Laura es mi ex y no me apetece hablar de eso, y porque casi no conozco a Claudia.
-Y… ¿Tienen novio?- dijo Daniel interesado.
-Supongo- dijo Enrique algo entristecido.
________________________________________________________
         Tan solo eran las nueve de la mañana, así que decidieron tomarse el bocadillo que tenían, luego deshacer las maletas y dar un pequeño paseo.
           Al terminar el bocadillo y colocar su ropa en el armario, salieron a dar una vuelta hasta la hora de comer. Se reían de todo, incluso se rieron de una mosca. En ese instante, a Laura le sonó el móvil
-¿Diga?- dijo Laura aun riendo con Claudia
-¿Pensáis comer algún día?- dijo la madre de Laura
-Ups… Se nos había olvidado ¿Qué hora es?
-Casi las tres
-Bueno, pues nosotras nos vamos a algún restaurante.
-Está bien, tened cuidado.
-Siempre lo tenemos- Laura colgó el teléfono
-¿Tienes hambre?- preguntó Laura mirando a Claudia
-Un poco ¿Y tú?
-Un poco también. Vamos a buscar un restaurante por aquí cerca.
Las chicas caminaron cinco minutos, hasta que decidieron entrar en un restaurante llamado “La posada del Mar”
-Buenas tardes. Aquí tienen la carta- dijo el camarero. Era alto, pelo negro, ojos marrones y piel morena, de unos veinte años, bastante guapo
-Gracias- dijo Laura -Paso de mirar. Pido una pizza y listo- añadió Laura cuando se fue el camarero
-A mi me apetece pizza también, pero una entera no me como
-Ni yo, ¿pedimos una para las dos?
-Vale ¿Margarita?
-Vale. ¡Camarero!
-Díganme
-A ver, una pizza Margarita para compartir, y de beber, yo una Coca-Cola- dijo Claudia
-Yo una Fanta por favor.
-En seguida se los traigo señoritas
Retiró las cartas y se fue a la cocina
-¿Has visto qué guapo?- dijo Claudia guiñándole un ojo a Laura.
-¡Sí! Pero ¿Qué dijimos en la habitación?
-Que no nos podemos fijar en el primero que pase- respondió Claudia con tristeza.
El camarero les trajo las bebidas, y se volvió a ir. Las chicas siguieron hablando. Tras diez minutos, el camarero trajo la pizza
-Buen provecho señoritas- ambas sonrieron, y empezaron a comer.
Al terminar, pidieron la cuenta, pero a otro camarero
-¡Jake! La cuenta de la mesa seis- al momento, el camarero del principio, les trajo la cuenta. Cuando fue a recogerla, las chicas se levantaron,
-Adiós Jake- dijo Laura con una sonrisita
-Adiós…- dijo Jake algo extrañado.
          Las dos chicas decidieron dar un paseo, hasta las cinco, ya que habían quedado con los chicos a las cinco y media.
          -Son casi las cinco ¿Nos vamos ya a los apartamentos a prepararnos?- dijo Claudia.
-Emm…sí, claro, vamos- dijo Laura sobresaltada.
-¿Te pasa algo?- preguntó Claudia extrañada.
-No… Sólo estaba pensando.
-¿En qué?
-En nada.
-Dime.
-En Jake- dijo Laura agachando la cabeza avergonzada
-Pero como amigo… ¿verdad? 
-No lo sé- dijo Laura confundida, no dijeron nada más durante el camino. Por fin llegaron a los apartamentos. Claudia se fue al baño para ponerse su bikini, y Laura en la habitación. Claudia se puso un bikini liso de color rosa, y un corazón negro en la parte de abajo; unos pantalones vaqueros cortos, una camiseta blanca con manchas de colores, y unas cholas negras. Mientras, Laura, en la habitación, se puso su bikini negro, con una flor amarilla en la parte de abajo; unos vaqueros cortos, una camiseta gris de hombro caído y sus cholas blancas. Las dos prepararon sus mochilas: Crema solar, una toalla, un peine, la cámara de fotos, el móvil y unos auriculares.
          En ese instante, alguien tocó la puerta
*Toc, toc*
Laura la abrió         
 -¿Estáis listas?- preguntó Enrique
-Desde hace siglos- contestó Claudia.
          Bajaron en el ascensor en un silencio profundo. Caminaron a hasta la playa y allí, Matías rompió el silencio.
-Bueno... ¿Nos bañamos?
-Sí... ¡Claro!- respondió Enrique. Los demás simplemente asintieron. Se quitaron la ropa, y los chicos se miraron entre si. Tuvieron la misma idea.      -Chicos... ¡A la de 1, 2 y 3...!- gritó Daniel. A Laura la cogió en brazos Enrique. Y a Claudia, Matías. Todos se fueron corriendo al agua mientras las chicas gritaban: -¡Soltadnos!
Pero los gritos eran en vano, finalmente, los chicos las soltaron, pero no como ellas esperaban. Las lanzaron a las dos al mar. Las chicas no se quedaron de brazos cruzados, se subieron a la espalda de los chicos que le habían tirado, y al cabo de unos minutos estaban todos nadando en el mar. Rieron, escucharon música, jugaron…hasta que se hizo tarde
-Bueno... nosotras nos tenemos que ir- dijo Laura
-Si, es verdad, los padres de Laura estarán preocupados- confirmó Claudia     -Os acompañamos- dijo Daniel
-Ok- respondieron a coro las chicas.
-Nos lo hemos pasado muy bien- se despidió Matías -Tenemos que repetir- añadió
-Por supuesto- dijeron todos
-Bueno...adiós- dijo Claudia.
-Adiós -dijeron los chicos
Laura y Claudia entraron a la habitación, se cambiaron y se pusieron cómodas. Eran las 21:30. Era temprano así que decidieron no ponerse el pijama por si después les apetecía salir a dar un paseo, o tenían que recoger algo en recepción.
          Una hora después a las chicas les entró hambre
-Laura...- dijo Claudia
-¿Qué?- preguntó
-Que... tengo hambre...- contestó Claudia un poco sonrojada
-Jajaja, no te pongas así, que yo también- dijo entre risas Laura
-¡No te rías de mí!- le gritó riendo Claudia
-¡Pero si te estás riendo tu sola!- dijo Laura aguantando la risa
-Me da igual- contestó como una niña pequeña la otra chica
-Bueno, ¿bajamos o qué?- preguntó Laura
-Pues claro- contestó Claudia. 
Se pusieron unas cholas y Claudia cogió una chaqueta, ya que a esas horas de la noche, en el hotel hacía un poco de frío.
-¿No coges una?- dijo Claudia señalando su rebeca.
-Estamos en verano, no hace falta.
-Está bien, tú sabrás.
Bajaron a recepción y preguntaron dónde estaba el restaurante que pertenecía al hotel. Una vez informadas, se dirigieron hacia él.
-¿A ti te ha llamado Sergio?- preguntó Laura en el camino
-No, ¿Y a ti Lucas?- contestó Claudia
-No- respondió Laura
-No nos pongamos histéricas. Además, no hemos pensado mucho en ellos. Tú ocupada con Jake, y yo...- en cuanto Claudia se dio cuenta de lo que decía se calló.
-¿Y tu qué?- preguntó Laura con una sonrisilla pícara
-Y yo… con Matías…- continuó Claudia sonrojada -Pero no estoy diciendo que me gusta. Igual que a ti no te gusta Jake, porque tenemos a dos chicos estupendos a nuestros pies. No hay que fijarse en otros. Son solamente amigos- añadió esta última.
-Tienes razón. Es más, ahora mismo voy a llamar a Lucas- dijo Laura con una sonrisa
-Exacto. Y yo a Sergio- respondió Claudia satisfecha.
          Las chicas cogieron sus teléfonos móviles y llamaron a sus respectivos novios.
*Conversación de Sergio y Claudia*
Claudia: Hola cariño
Sergio: ¡Hola amor! Ya me estaba preocupando de que hubiera muchos chicos guapos por allí.
C: No te equivoques, no soy de esas, el único eres tú - dijo Claudia aguantando una sonrisa al otro lado del teléfono.
S: Te digo lo mismo. Por cierto ¿Cuando volvéis?
C: Cariño... solo a pasado un día... nos quedan 29. Recuerda que estamos a 30 de junio y que volvemos el 29 de julio.
S: Joo te echo de menos
C: Y yo. Bueno me tengo que ir que se nos cierra el restaurante para cenar. Adiós. Besos.
S: Adiós. Te quiero. Dale saludos de mi parte a Laura.
C: Y yo. Por supuesto.
Colgaron la llamada.

*Conversación de Lucas y Laura*

Lucas: ¡Hola mi vida!
Laura: Holaa
Lu: ¿Qué tal? ¿Os lo estáis pasando bien?
La: ¡Si! Hoy fuimos a la playa.
Lu: Me alegro cariño. Te echo de menos.
La: Y yo.
Lu: Jajajaja
La: ¿De qué te ríes?
Lu: Me estoy imaginando a ti en la playa con montones de chicos guapos alrededor y tú librándote de ellos porque tienes un chico perfecto.
La: Claro que lo tengo.
Lu: ¿Quién?
La: ¡Tú! ¿Quién si no?
Lu: No se... ¡a lo mejor hay un Juan! ¡O un Jake como mi tío!
La: Si... o un Jake... jajaja. Eres único. Oye me tengo que ir que cierran el restaurante. Además Claudia ya terminó de hablar con Sergio.
Lu: Lo sé. Estoy con él.
La: Ah… pues dale saludos. Bueno adiós. Te quiero.
Lu: Y yo.
Los chicos colgaron.
-Bueno ¿Qué tal Lucas?- preguntó Claudia.
-Muy bien, me echa de menos- dijo Laura orgullosa -¿Y Sergio?- añadió
-Igual. Te manda recuerdos- respondió Claudia.
Las dos rieron.
-No nos los merecemos- dijo de repente Laura
-Lo se...- respondió Claudia triste
-¿¡Pero tu sabes lo que me ha dicho!?- le preguntó aguantando las lágrimas.   -No... Pero supongo que lo mismo que a mi... - respondió Claudia.
-Me ha dicho que a lo mejor había un Juan o un ¡Jake! ¿Te lo puedes creer? ¡JAKE!- gritó Laura llorando.
En ese momento todo el mundo en la calle las miró. Y Laura se sentó en un banco. De repente alguien se acercó a las dos chicas. No se lo podían creer, era él, era Jake.

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